Promesas del Este

Como últimamente voy más pillada de pasta ahora ya no voy al cine tres veces por semana como hacía antes. Cada semana tengo que elegir una película de entre tantas que se estrenan... Claro que a veces elegir algo decente no es tan difícil porque no paran de estrenar caquita de la buena...

Lo malo de ir acompañada al cine es que a veces la otra parte quiere ver una película diferente a la tuya. Esto es lo que me pasó con "Promesas del Este", la última película de David Cronenberg. Menos mal que mi poder de convicción aún es eficiente porque cuando la parte contratante me dijo "dime una razón para ver hoy la película que tú quieres" yo contesté: "Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg, Cronenberg". Evidentemente para alguien racional eso no es un argumento de peso... pero para alguien como yo sí. Otra de la razón, aunque menos importante, fue que el protagonista era Viggo Mortensen, (Aragorn hijo de Arathorn para tontainas como yo.)


David Cronenberg es uno de mis directores preferidos. Sé que esto lo digo casi siempre pero esta vez es verdad. Que por qué... pues por películas como La mosca, Inseparables, Videodrome o El almuerzo desnudo...

Fotograma de El almuerzo desnudo

Promesas del Este trata sobre la mafia rusa en Londres. Me gustó porque desde el primer minuto ya presientes que va a pasar algo malo ... "agárrate que viene curva" susurro yo. Y la curva llega y se mantiene la tensión durante toda la película sin necesidad de ser excesivamente violenta, ni de tener un guión muy complicado.

Viggo Mortensen está bien. Me gusta su interpretación de tipo peligroso pero siempre sin perder
la elegancia. Parece que forma buen equipo con Cronenberg por su anterior película "Una historia de violencia". Que por cierto, a mí me gustó mucho el giro que da y la doble interpretación de Mortensen, realmente te lo crees.

Y por mi parte ya está. Otro día hablaré de "El Orfanato" porque la acabo de ver y he salido del cine un poco jodida. Se ve que hoy estoy sensible. Menos mal que en mi casa no hay mucho sitio para que se esconda un niño con un saco en la cabeza... (para qué habré dicho eso!!!).