16 marzo, 2009

A ritmo de vals

Es posible que me meta en un jardín inmenso al hablar de algo que no conozco. Así que antes de ir de lista prefiero ser sincera y reconocer mi ignorancia. Partiendo de que no sé nada debo decir que la película "Vals con Bashir" me impactó muchísimo.

Me gustan las películas que me hacen reaccionar. Y por reaccionar me refiero a reconocer que hay cosas que desconozco por completo y así le intento poner remedio.

El caso es que ni siquiera había nacido cuando ocurrió el genocidio de Sabra y Shatila. Aunque tengo la sensación de que las imágenes de hace tantos años son muy parecidas a las que vemos todos los días... Y no sé, a mí me pareció una película atrevida. Atrevida en el sentido de que no intenta justificar lo que pasó. No sé si será la conciencia o una especie de expiación por parte del director. Simplemente me baso en mi sensación porque no sé cuál es el objetivo real de la película, si es que lo hay.

La verdad es que he escuchado críticas muy buenas acerca de la película y también a gente que no quiere saber nada de Israel ni de sus opiniones. En parte lo entiendo porque la verdad es que es inexplicable lo que está pasando ahora con Gaza. Pero yo necesitaba ver esta película casi tanto como necesito saber que no se puede medir un país entero por los actos de su gobierno. Y también quiero pensar que a veces el odio te lo infunden desde que eres pequeño hasta que llega un día en el que te haces preguntas. Y nunca entenderé como pueden mandar a la guerra a personas de 18 años.

Cinematográficamente hablando la película me gustó mucho. Cómo se va hilando la historia y cómo se va volviendo cada vez más cruda. Y la verdad es que aunque sea de animación no impide que sea dura porque es una animación muy oscura. Y el toque final es espectacular. Porque al principio empecé entrando en la historia, me interesaba el protagonista. Luego llegó el momento de indignación. Y la traca final son imágenes reales de todo lo que te acaban de contar. Sin música, sin sonido, sólo llantos de mujeres y hombres, de civiles, que lo han perdido todo. Sus casas destruidas. Sus maridos fusilados. Sus hijos degollados, llenos de moscas, hinchados por el sol. Cuerpos de niños tirados de cualquier manera apilados en un rincón, muertos. Y yo ahí, en mi butaca, con cara de imbécil y el estómago revuelto. Y aparecen los títulos de crédito y me quedo inmóvil, pensando en todo lo que acabo de ver. Digiriendo y reflexionando. Ésa es mi pauta después de ver cualquier película. Digerir y reflexionar. Y cuando pasen unas horas ya te diré si me ha gustado.

Y es que no lo puedo evitar pero me cabrea mucho que nada más aparezcan los títulos de crédito la gente se levante y se vaya. O peor aún que se queden dando por saco con sus opiniones. Porque nada más terminar Vals con Bashir se escuchó un murmullo de gente hablando sobre Palestina e Israel. A ver quién sabe más del tema. Y la verdad es que no sé si tener formada una opinión a los cinco segundos de que termine una película es algo bueno o malo. Porque eso quiere decir que o bien eres un máquina o es que mientras estás viendo la película estás pensando en lo que vas a decir después... Y como esto no viene al caso voy a parar ya. Menos mal que no dejé pasar esta película...

2 comentarios:

javi dijo...

yo también la vi y me pareció espectacular

me alegra que la animación se esté abriendo cada vez más campos

Jordi Revert dijo...

Es una película increíble. El momento del Vals en medio del tiroteo es de los que no se te borran nunca de la memoria. Y de eso es precisamente de lo que va "Vals con Bashir", de no olvidar. Así que supongo que funciona.