14 noviembre, 2011

La muerte tenía un precio

La mayor provocación que he visto en el cine es ésta.
Digan lo que digan, Klaus Kinski hace el papelón de su vida!!
Esto es chulería y lo demás son tonterías... Cómo me río con esta secuencia

1 comentario:

Jorge dijo...

Son chulos porque se lo pueden permitir. Como Bogart, que no se moja en Casablanca. Estaría bien intentarlo en un discoteca a ver qué pasa.