El otro día vi "La noche del cazador" dirigida por el actor inglés Charles Laughton y protagonizada por Robert Mitchum. Es del año 1955, está basada en una novela de Davis Grubb y ambientada en la época de la Depresión (tema tan de moda hoy en día...)
No me explico cómo no había visto antes esta película. Es maravillosa, me pareció una obra de arte por los mensajes que transmiten tanto sus personajes como el escenario. Las imágenes tienen mucha fuerza.
Es una lucha entre el bien y el mal encarnada en dos figuras humanas. El mal lo representa Harry Powell (Robert Mitchum), un predicador que inicia su propia cruzada sangrienta con los impuros. El bien es la señora Cooper (Lillian Gish), una mujer que se hace cargos de niños abandonados y que es muy consciente de la crueldad que los rodea. El hilo conductor son los dos niños cuyo objetivo es cumplir la promesa de esconder el dinero robado por su padre. Para esto tendrán que huir del señor Powell, cuyo aspecto demoniaco pasa desapercibido por el resto del pueblo. La huida de los niños es una mezcla de paz y temor. Huyen en una barca río abajo y a pesar de las aguas tranquilas y la fauna y flora variopinta que les rodea se respira un ambiente de acecho.
La película está plagada de referencias bíblicas, de hecho parece que el protagonista a veces esté basado en la serpiente que tienta a Eva en el Génesis. Casi al final de la película, Robert Mitchum, siempre aguardando, se planta en la puerta de la casa de la mujer y no hace nada más que cantar un cántico religioso hasta que ella lo derrota con su voz.
Son 90 minutos de tortura psicológica. Pero su base principal es la protección de la infancia en el mundo de los adultos. Un mundo marcado por la avaricia, el fanatismo, el delirio y la violencia (y no sólo por la violencia del protagonista, sino también por los ciudadanos del pueblo encargados de juzgar y tirar la primera piedra)
En fin, que es una película de obligado visionado.
No me explico cómo no había visto antes esta película. Es maravillosa, me pareció una obra de arte por los mensajes que transmiten tanto sus personajes como el escenario. Las imágenes tienen mucha fuerza.
Es una lucha entre el bien y el mal encarnada en dos figuras humanas. El mal lo representa Harry Powell (Robert Mitchum), un predicador que inicia su propia cruzada sangrienta con los impuros. El bien es la señora Cooper (Lillian Gish), una mujer que se hace cargos de niños abandonados y que es muy consciente de la crueldad que los rodea. El hilo conductor son los dos niños cuyo objetivo es cumplir la promesa de esconder el dinero robado por su padre. Para esto tendrán que huir del señor Powell, cuyo aspecto demoniaco pasa desapercibido por el resto del pueblo. La huida de los niños es una mezcla de paz y temor. Huyen en una barca río abajo y a pesar de las aguas tranquilas y la fauna y flora variopinta que les rodea se respira un ambiente de acecho.
La película está plagada de referencias bíblicas, de hecho parece que el protagonista a veces esté basado en la serpiente que tienta a Eva en el Génesis. Casi al final de la película, Robert Mitchum, siempre aguardando, se planta en la puerta de la casa de la mujer y no hace nada más que cantar un cántico religioso hasta que ella lo derrota con su voz.
Son 90 minutos de tortura psicológica. Pero su base principal es la protección de la infancia en el mundo de los adultos. Un mundo marcado por la avaricia, el fanatismo, el delirio y la violencia (y no sólo por la violencia del protagonista, sino también por los ciudadanos del pueblo encargados de juzgar y tirar la primera piedra)
En fin, que es una película de obligado visionado.
7 comentarios:
La única película que dirigió Charles Laughton y sí, una obra maestra. Con toda seguridad Harry Powell es uno de los más grandes villanos del cine, y sus puños tatuados han sido homenajeados o plagiados hasta la saciedad.
Robert Mitchum tiene un don, y es hacer de malo como en El cabo del terror, o Con él llegó el escándalo, aunque hace poco vi una comedia en la que sorprendía con un duelo cómico con Cary Grant (Página en blanco)
Es uno de mis grandes visionados pendientes. De hecho creo que la ví, pero hace tanto tiempo que es como si nunca hubiera ocurrido.
La tengo para ver YA mismo. Ya te diré.
ME encanta esta escena tanto esta como la de "Haz lo que debas" de Spike Lee, cuando Radio Raheem cuenta la historias de las manos derecha e izquierda. Menudo Remake.
En mi lista de clásicos por ver desde YA.
Curisoamente la he visto hace unos días por Popular TV (la TV de la COPE, no te lo pierdas, que echan muy buenas películas) y también me ha sorprendido ese papl de Robert Mitchum, otro más en su lista de "malos muy malos"
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