Me temo que pocos domingos lluviosos quedan ya. Después de toda una semana haciendo cosas sin parar y a ritmo frenético me gusta aprovechar el domingo para ver grandes clásicos. Hace poco le tocó el turno a "La ventana indiscreta" de Alfred Hitchcock.
Además la vi con mi nano. Cuando yo era pequeña me encantaban las pelis en blanco y negro. Así que de vez en cuando le pongo buenas películas a mi hermano para que no se acostumbre solamente al cine de dibujitos...
Domingo por la tarde. Tormenta primaveral fuera. Y nosotros dentro, con el salón lleno de velas viendo como James Stewart espiaba a sus vecinos. Y mi hermano callado durante dos horas, algo milagroso...
Además la vi con mi nano. Cuando yo era pequeña me encantaban las pelis en blanco y negro. Así que de vez en cuando le pongo buenas películas a mi hermano para que no se acostumbre solamente al cine de dibujitos...
Domingo por la tarde. Tormenta primaveral fuera. Y nosotros dentro, con el salón lleno de velas viendo como James Stewart espiaba a sus vecinos. Y mi hermano callado durante dos horas, algo milagroso...
4 comentarios:
Hitchcock, ese Dios.
Un 10 para tu hermano. Y otro para ti por enseñarle que hay "otro cine". Que grande la ventana indiscreta...
tiene suerte tu hermano de que le descubras uno de los clásicos del cine mundial....
He llegado a tu blog porque con ese nombre es imposible no hacer clic, luego entro, leo, y me gusta... Y por eso estás enlazada.
Nos leemos!!!!!
¡Ay! ¿Cuándo volverá a nacer otro Hitchcock? Cuanto más veo sus películas, más me enamoro de este hombre.
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