...y nosotros también.
Quizás sea ese el problema de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de cristal. La magia no te la pueden imponer a base de nostalgia. Porque después de veinte años sólo hay eso, nostalgia. En mi caso por una buena infancia viendo las películas de Indiana Jones en las noches de las vacaciones de verano con una horchata fresquita y sabiendo que ni los mismísimos nazis pueden acabar con el gran héroe que era Harrison Ford. Y es que Ford fue mi primer amor platónico, no por guapo ni por buen actor pero en aquella época igual se colgaba el látigo que pilotaba el Halcón Milenario junto a Chewbacca.
Tanto Harrison Ford, como George Lucas y Steven Spielberg han formado un buen triángulo pero han dejado pasar mucho tiempo porque no creo que a las nuevas generaciones les produzca el mismo efecto que este equipo causó en la década de los 80.
A pesar de todo yo entré en el cine dispuesta a pasármelo bien y retroceder en el tiempo. Cuando aparece por primera vez Harrison Ford y se escucha la banda sonora de John Williams me retuerzo en la butaca y sonrío. "Esto marcha bien" es lo que pienso. Pero una hora después me empiezo a retorcer de desesperación. La película se me empieza a eternizar a pesar del ritmo y la mente me juega una mala pasada. He dejado de creer! Ya no soy la niña que se ponía tensa cuando a Indiana Jones le perseguía una roca gigante. Ahora ya sencillamente no me lo creo, ni siquiera tienen tanta gracia los chistes...
Me gustó Cate Blanchett que me parece una actriz fantástica. También me gustó que se recuperara a Karen Allen como Marion y la verdad es que me sorprendió Shia LaBeouf haciendo de hijo de Indy.
Por un momento dudé de si estaba viendo a Harrison Ford en Indiana Jones o a Richard Dreyfuss en Encuentros en la tercera fase. Y es que parece que Spielberg no sólo ha vuelto al pasado sino que se autohomenajea... Bromas aparte, aún así me divertí y en ese momento me vino bien recuperar a uno de los héroes de la infancia. Y aunque califico la película como regular creo que digan lo que digan es una peli que hay que ir a ver y puede convertirse en un buen plan para un viernes por la noche.
Quizás sea ese el problema de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de cristal. La magia no te la pueden imponer a base de nostalgia. Porque después de veinte años sólo hay eso, nostalgia. En mi caso por una buena infancia viendo las películas de Indiana Jones en las noches de las vacaciones de verano con una horchata fresquita y sabiendo que ni los mismísimos nazis pueden acabar con el gran héroe que era Harrison Ford. Y es que Ford fue mi primer amor platónico, no por guapo ni por buen actor pero en aquella época igual se colgaba el látigo que pilotaba el Halcón Milenario junto a Chewbacca.
Tanto Harrison Ford, como George Lucas y Steven Spielberg han formado un buen triángulo pero han dejado pasar mucho tiempo porque no creo que a las nuevas generaciones les produzca el mismo efecto que este equipo causó en la década de los 80.
A pesar de todo yo entré en el cine dispuesta a pasármelo bien y retroceder en el tiempo. Cuando aparece por primera vez Harrison Ford y se escucha la banda sonora de John Williams me retuerzo en la butaca y sonrío. "Esto marcha bien" es lo que pienso. Pero una hora después me empiezo a retorcer de desesperación. La película se me empieza a eternizar a pesar del ritmo y la mente me juega una mala pasada. He dejado de creer! Ya no soy la niña que se ponía tensa cuando a Indiana Jones le perseguía una roca gigante. Ahora ya sencillamente no me lo creo, ni siquiera tienen tanta gracia los chistes...
Me gustó Cate Blanchett que me parece una actriz fantástica. También me gustó que se recuperara a Karen Allen como Marion y la verdad es que me sorprendió Shia LaBeouf haciendo de hijo de Indy.
Por un momento dudé de si estaba viendo a Harrison Ford en Indiana Jones o a Richard Dreyfuss en Encuentros en la tercera fase. Y es que parece que Spielberg no sólo ha vuelto al pasado sino que se autohomenajea... Bromas aparte, aún así me divertí y en ese momento me vino bien recuperar a uno de los héroes de la infancia. Y aunque califico la película como regular creo que digan lo que digan es una peli que hay que ir a ver y puede convertirse en un buen plan para un viernes por la noche.
1 comentario:
A mí me decepcionó bastante :-(
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