12 diciembre, 2008

Las mil y una diferencias

Esta tarde hablaré en la radio sobre "Ultimátum a la Tierra". Siempre que hablo en público intento ser positiva, aunque luego en la intimidad diga que tal película es pura basura. Ya sabéis que no tengo mucha fe en los remakes y también lo mucho que me gustan los carteles... Reconozco que este fin de semana iré a ver la nueva versión de "Ultimátum a la Tierra" aunque intuyo que no me va a gustar. Y como creo que de esta nueva versión tengo poco que decir, me he centrado en el clásico de los 50. Sólo hay que comparar los carteles para darse cuenta que a día de hoy poco pueden añadir a una película que ya ha pasado a la historia del cine. ¿Por qué se curran tan poco los carteles? ¿Se piensan que ya nadie se fija en ellos? ¿O es que los carteles antiguos tienen mucho más encanto por el simple hecho de ser antiguos? Me gustaría ver alguna vez una marquesina en la parada del autobús con un cartel parecido a este primero... sólo una vez!

Cartel promocional del año 51
La gente se tiraría como loca al cine


Cartel 2008
Tanta era digital para nada

4 comentarios:

Señor A dijo...

Al siglo XXI le falta imaginación

comunllum dijo...

Supongo que con el tiempo los carteles ganan... Podríamos comentar el nuevo cartel en el 2058, a ver que opinamos. Quedamos entonces el 12 de diciembre en este mismo sitio y a esta misma hora.

Por cierto Lola, ya te contesté en mi blog, pero por si acaso. Ser o no ser, poco tiene que ver con Shakespeare. Es una comedia en la que unos actores se infiltran en la gestapo. Muy recomendable, de verdad.

comunllum dijo...

Al final se me ha ido... Yo soy fan de la película original, con lo cual haré lo posible por ver este remake. En el trailer de Tv he visto que hay mucha destrucción (lo que se lleva ahora, vamos)y eso ya me hecha "patrás", pero caerá aunque solo sea para criticarla.

Klaatu, barada, nekto.

Anónimo dijo...

No soy un gran conocedor de las pelis de ciencia ficción antiguas, pero ahora me estoy aficionando poco a poco a medida que las voy descubriendo. Definitivamente tienen otro encanto.